Era un lugar donde ya fui muchas veces, pero nunca acompañada de la persona que me tomaba la mano, pero muchas veces había pisado ese suelo con otra persona tomada de la mano, ya que este espacio era donde realizaba sus estudios académicos.
Nuestras manos se separaron y por alguna razón fuimos por caminos diferentes. Deambulando por los diferentes espacios del edificio, de repente veo una computadora y me acerco a ella, y sentado frente a ella, muy inmerso en sus asuntos, estaba él, aquél con quien solía caminar por esos pasillos. Sin notar que era yo, sin notar siquiera que alguien se había sentado a su lado, siguió con sus asuntos. Apareció un banquito justo en el lugar indicado, así que me senté. Sin más que un sutil intento de llamar su atención, lo logré. Sus ojos se encontraron con los mios y se abrieron como platos con terror, como si hubiera visto a un fantasma. Rápidamente se puso de pie y se apresuró a salir de mi vista. Lo seguí con la mirada, pero no me moví de mi asiento. Resignada me levante del banquito y comencé a deambular por los pasillos nuevamente, hasta que me topé con una habitación donde había del lado derecho una cama cucheta y del izquierdo una cama simple de una plaza. En la cama superior de la cucheta ví que se encontraba él, quien sabe si estaba dormido o no. Con un leve toquecito en el hombro lo desperté y le susurre al oído si era posible que salgamos a charlar un ratito. El enojo y miedo habían desaparecido de sus ojos, y me dijo que sí.
Salí caminando delante de él, y me detengo cuando llegamos al pasillo que era espaciosos y se encontraba desierto.
"Te tengo que advertir que vine acompañada", le dije, previniendo cualquier tipo de malentendido que pudiera llegar a surgir si ambas personas se cruzaban.
"No importa, si de todas formas ni lo conozco" dijo recogiéndose de hombros como con desinterés.
"Sí, lo conocés"
"Sí, lo conozco"
Acto seguido sus ojos se apagaron y su boca comenzó a repetir una y otra vez la misma oración. Una y otra, y otra, y otra vez. No recuerdo la oración, y no recuerdo tampoco si era relevante o no. Solo recuerdo como con un tono neutro salía una y otra vez de su boca. Lo agarré de los hombros y lo zamarreé nerviosa. Su cabeza había hecho corto... Realmente?
Llegó mi compañía e intento ayudarme... Y más que eso no pude recordar.
Diario de viaje - Dubai - Dia 2
Hace 10 años
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